Educación puso énfasis en el debate sobre su vinculación con el mundo laboral

Viedma.- (APP) La vinculación entre la educación y el mundo del trabajo fue un tema abordado con recurrencia en las ponencias y mesas de debate del VII Congreso Nacional y V Internacional de Investigación Educativa y tuvo una espacio de relevancia en la mesa de prensa que se realizó en el rectorado de la Universidad Nacional del Comahue, con la participación de destacados especialistas de Latinoamérica. Con el título “Desafío y estrategias para la inclusión educativa y laboral de adolescentes y jóvenes”, se realizó un enriquecedor intercambio de miradas y experiencias.

El rector Gustavo Crisafulli, junto a la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, Dra. Adriana Hernández, y la secretaria de Investigación, Dra. Silvia Martínez, y el director de la Fundación de la Universidad FUNYDER, licenciado Gustavo Ferreryra, recibieron a los especialistas invitados por el Proyecto Noemí, que promueve la inclusión educativa y el acercamiento al mundo laboral de adolescentes y jóvenes de 16 a 24 que viven en contextos de vulnerabilidad. Participaron Maró Guerrero de Ecuador, Rubén Quintanilla de El Salvador, Valeria Caggiano y Enrique Deibe de Uruguay, Eliane Ribeiro de Brasil, Claudia Jacinto y Rolando Kandel de Buenos Aires, y Adriana Puiggrós que realizó una intervención por teleconferencia. Estuvieron representadas, entre otras instituciones, la Fundación La Salle, la Fundación SES, la Fundación DYA y la Liga Iberoamericana de Organizaciones Sociales.

La ex diputada y ex ministra de Educación Adriana Puiggrós -actualmente profesora de la UBA- afirmó que “los jóvenes actuales son sujetos de la tecnología, están conformados por la digitalización, pero también por la historia, esto hay que tenerlo en cuenta para poder entender los cambios que se han producido en el modo de producción y el tránsito del empleo en un sentido clásico de la sociedad moderna a las diversas formas de autoexplotación, para decirlo rápidamente, o sea las diversas formas de trabajo que aparecen vinculadas a la libertad y, en realidad, son esfuerzos inmensos de ocho días por semana con mucha soledad y eso es importante tenerlo en cuenta porque también hay una gran tendencia a la autoeducación y la promoción de la autoeducación está vinculada con grandes intereses, está vinculada con la lógica del capitalismo, es decir la competencia y el crecimiento en base a la competencia”.

Advirtió que “esto es algo central cuando uno piensa en la juventud, en una juventud que uno encuentra que no tiene tiempo libre, que mucho tiempo libre está programado, se trata de programar el tiempo libre y acaparar hasta sus sueños”.

“Me parece que hay que avanzar en una pedagogía de educación para el trabajo, que tenga en cuenta este enganche con la historia, hay que dar una formación básica amplia y después abrir a muchas posibilidades, hay que escuchar que es lo que los jóvenes imaginan, porque muchas veces no se atreven ni a decir lo que ellos querrían ser porque les parece que lo único que tiene algún valor es ‘decir yo quiero aprender computación’, en cualquier nueva experiencia, lo que hay que tener en cuenta es la participación de los estudiantes, pero participación no consultándolos cada tanto o permitiéndoles que pregunten, la participación tiene que ser activa en niveles de gestión, esto es muy importante”, sostuvo Puiggrós.

Finalmente sostuvo que “hay que luchar contra esta lógica del capitalismo, la lógica de la dispersión, con la idea de llegar a tener un alumno, una computadora, una empresa y ningún docente, me parece que hay que luchar contra esa lógica de la dispersión, la educación moderna, la educación vinculada a un Estado-Nación, tenía la lógica del agrupamiento” y “hay que avanzar en el sentido de cómo lo colectivo, la participación colectiva, cooperativa, es un paso hacia la libertad y la libertad no es el aislamiento del individuo y la educación tiene muchísimo para hacer con eso y el trabajo es la actividad organizadora fundamental de la vida y también de la educación”.

Los representantes de las instituciones que abordan la problemática de la vulnerabilidad, educación e inserción laboral de los jóvenes intercambiaron experiencias sobre los trabajos que realizan en sus lugares de procedencia. Eliana Ribeiro, doctora en educación de la Universidad Federal de Fluminense, obsequió al rector un libro del que es coautora, ‘Agenda Juventude Brasil – leituras sobre uma década de mudancas’.

Por su parte, el licenciado Gustavo Ferreyra afirmó que “es indudable que cualquier movimiento social, cualquier movimiento político, sea del signo ideológico que sea y con la reivindicación que pudiera tener, no existe sin la participación de los jóvenes, cualquier proceso histórico sin jóvenes es un proceso destinado a fracasar y lo que estamos viendo, como está configurando la tecnología a la participación de los jóvenes, la tecnología configura nuevos espacios de participación que no son necesariamente de ciudadanía como nosotros la entendemos, todos nosotros estamos permanentemente mirando las pantallas de nuestros teléfonos y los jóvenes tienen demasiadas cosas depositadas en esas pantallas que por un lado son de la más absoluta intimidad, pero por otro lado son pantallas que distorsionan la experiencia personal”.

Expresó su escepticismo sobre esta lógica en la que se montan las nuevas tecnologías. “Nos juntamos menos, somos menos solidarios, somos más receptivos a principios conservadores más que innovadores, hay una producción de conocimiento pero también hay una producción de sentido común, que es una producción muy fuerte, es un sentido común fue egoísta, muy emprendedurista, muy ‘vos te salvás solo’, muy ‘vos sos el centro del universo’, vos ‘sos selfie’, vos ‘sos tu perfil en una red social’ y eso vemos como trastoca las vinculaciones efectivas, las vinculaciones en el mundo real, más que una matriz es una matrix nueva de representaciones, es una verdadera realidad virtual que tiene muchísima incidencia y también fragmenta y genera estructuras muy fuertes respecto de proyectos colectivos de la modernidad y también de proyectos colectivos que son posteriores a la modernidad”, señaló.

Ferreyra puntualizó que “estamos hablando del mundo del trabajo para quienes más lo necesitan, que tiene toda la vida por delante, cuando en rigor el mundo del trabajo mismo está en discusión, cuáles son las discusiones en el mundo del trabajo, toda la deslegitimación que esta producción de sentido común le ha dado a las organizaciones sindicales que supimos conocer, toda la deslegitimación que las propias organizaciones sociales y sindicales se han dado a sí mismas a lo largo de los últimos procesos históricos, como ha retomado la agenda nuestro subcontinente con una política justamente orientada a esa producción de sentido común de ‘salvate solo porque en grupo no vas a conseguir nada’ y ‘el grupo solamente te ancla a un fracaso del proyecto individual’, la persecución de las ideas colectivas, estos marcos son marcos muy complejos para hablar del mundo del trabajo, cuanto más cuando los jóvenes que nosotros conocemos, que son nuestros hijos y nuestros nietos, son jóvenes que vienen a un mundo que los ha hecho mucho más vulnerables, porque ese mundo ha hecho a los adultos más vulnerables y  los ha dejado sin trabajo”. Ferreyra también destacó que este sentido común también “ha hecho a las instituciones que los adultos supieron tener como instituciones de resguardo más vulnerables, todos esos principios que nosotros conocimos de ciudadanía son producto de un fuerte cuestionamiento y están en resistencia, frente a eso hay que buscar herramientas innovadoras, que tiendan a reconstituir esas vinculaciones de un modo efectivo, personal y físico o a sustituirlas, a buscar alternativas, es el desafío que se nos plantea en los claustros donde hay estudiantes desinteresados y aburridos, la palabra aburrido pasa a ser una categoría nativa muy fuerte en todo el sistema educativo, en donde hay otras problemáticas que pueden ser vías muy rápidas para salir del aburrimiento, las drogas en general, el alcohol, todas estas cuestiones que emergen como problemas sociales pero que en realidad son parte de una industria global, entonces frente a eso nosotros tenemos que plantear alternativas que realmente constituyan, aunque sea, un proyecto, para los jóvenes, en los términos en que también, como nativos, lo puedan idealizar”.

El Congreso Internacional de Investigación Educativa deliberó durante tres días en distintas sedes de las ciudades de Cipolletti y Neuquén, con epicentro en la Facultad de Ciencias de la Educación y Piscología, con 36 mesas de trabajo, 454 ponencias y 21 foros de debate y la participación 3500 inscriptos, entre los que se destacaron especialistas de toda Latinoamérica y lugares tan distantes como Suecia, de donde llegó la Dra. Ingrid Engdahl, de la Universidad de Estocolmo.