“El Defensor del Pueblo de Viedma tiene que ser objetivo, no tiene que tener afinidad política manifiesta”

 

 

Viedma.- (APP) Mabel Miranda es otra vecina de Viedma que aspira a ocupar el cargo de Defensor del Pueblo Municipal. Señaló a APP que “el defensor tiene que ser objetivo, no tiene que tener afinidad política manifiesta, porque sino se transforma en un instrumento y no asegura la gobernabilidad, provoca reacciones; existe un sistema de división de poderes, el intendente tiene que hacer sus cosas y los demás organismos municipales las suyas”.

Indicó que “para mí el Defensor del Pueblo tiene que ser una persona objetiva, debe conocer de derechos, es más fácil así interpretar las normas vigentes,  más allá que luego tenga un equipo técnico que lo ayude en esta materia”.

Expresó que más allá de la constitución nacional y provincial, se debe “conocer bien la Carta Orgánica municipal y lo que establecen las ordenanzas vigentes de la ciudad”.

Dijo que se inscribió para el cargo “preparada”, subrayando que “la defensa de los derechos requiere de una persona activa, que no sea un empleo público, sino que sirva para la sociedad”.

Señaló Miranda a APP que la prioridad del defensor “debe ser social, porque su accionar va a la persona, al habitante, al ciudadano de la ciudad de Viedma, los que viven en el ejido, es decir, sin olvidarnos de El Cóndor y las chacras”.

“Hay que llevar la Defensoría a todos los barrios, a todos los lugares del ejido”, consignó.

Sobre sus antecedentes, dijo que siempre ha tenido como ciudadana “un interés social”, y de allí que pretende asumir las responsabilidades de la Defensoría del Pueblo Municipal, y está próxima a recibirse de abogada, sólo le resta la tesis, el trabajo final de grado.

Sobre incompatibilidades del cargo

Miranda clarificó que no tiene participación política y mencionó que precisamente en el artículo 8 de la ordenanza sobre la elección del Defensor del Pueblo se establece como incompatibilidad para el cargo “participar de cualquier actividad política”.

Habría que acotar, como reflexión de APP, que llama la atención este punto, ya que en la medida que durante el eventual ejercicio del cargo no se ejerza paralelamente alguna representación de tipo partidaria, no debería resignarse la afiliación o adhesión a una agrupación, que, de por sí, no tiene por qué condicionar un equilibrio y razonabilidad en el ejercicio de las funciones de defensor. Esta incompatibilidad, aunque algunos les puede parecer menor,  tiene un sesgo de antipolítica, que se da de bruces con el sustratum de todo sistema democrático. Habría que señalar que muchos de los aspirantes vienen de un fuerte protagonismo y compromiso con partidos políticos.

No obstante, Miranda expresó que este condicionamiento ya está en las leyes nacionales y provinciales relativas a la figura del Defensor del Pueblo, y en todo caso habría que preguntar a los concejales cuál ha sido el espíritu de ese artículo. (APP)