El gran Florentino Ameghino/Por Jorge Castañeda

Valcheta.- (APP) Ya hablaba de otros mundos habitados.

Una fría y mezquina semblanza de uno de los más grandes científicos autodidactas que tuvo nuestro país sucintamente diría: “AMEGHINO, FLORENTINO. Nacido en Luján, fue en gran medida autodidacta: llegó a ser uno de los científicos argentinos más creativos y ampliamente conocidos, obteniendo el doctorado Honoris Causa de la Universidad de Córdoba. Geólogo y paleontólogo, se interesó especialmente en indagar los antecedentes del hombre en las pampas, siendo su trabajo más conocido “La antigüedad del hombre en el Plata”.

Siempre he tenido una gran admiración por su trabajo y por sus ideas, pero sobre todo porque muchas veces se equivocó y tuvo la grandeza de reconocer sus errores y comenzar nuevamente con sus trabajos. Por eso fue un ejemplo para todos los argentinos.

Tal vez su frase más conocida sea la siguiente: “Cambiaré de opinión tantas veces y tan a menudo como adquiera conocimientos nuevos, el día que me aperciba que mi cerebro ha dejado de ser apto para estos cambios, dejaré de trabajar. Compadezco de todo corazón a todos los que después de haber adquirido y expresado una opinión, no puedan abandonarla nunca más”.

Ninguna inquietud le fue ajena y demostró a lo largo de su vida una gran humildad haciendo de la docencia una actitud cotidiana, a pesar que fue vilipendiando y maltratado por algunas de sus teorías, como generalmente sucede con los grandes hombres que ha dado la humanidad.

Otra de sus grandes frases, esta vez con respecto a la Divinidad, coincidente con el pensamiento de muchos científicos fue: “No hay pueblo alguno que no crea en la existencia de un ser superior  que gobierna el Universo y es autor y origen de todas las cosas”. A pesar que también dijo que “Solo hay ciencia de lo que puede medirse”.

Fue premonitorio con una de sus frases con respecto a las conclusiones más avanzadas de la astrofísica realizada muchos años después de su fallecimiento: “No me resulta posible imaginar la existencia de algo, fuera de esas dos nociones que todo lo dominan: espacio y materia”.

Este pequeño compendio de su pensamiento muestra una síntesis genial de sus hipótesis:

“”l Universo está construido por un infinito tangible, que es la materia y tres infinitos inmateriales: espacio, tiempo y movimiento”. “Materia y espacio tienen entre sí la relación de contenido y continente”. “El hombre es mucho más antiguo de lo que piensa la ciencia clásica; nació en el Terciario o en el Mioceno”.  “La aparición del hombre se dio al mismo tiempo en diversas regiones del planeta; él no desciende del mono sino de un tronco común mucho más remoto”. “El cosmos es un conjunto de cuatro infinitos: el inmutable infinito espacio, ocupado por el infinito materia, en infinito movimiento y en la sucesión de infinito tiempo”.  “Fuerza, movimiento y energía son palabras distintas para designar una misma cosa: la fuerza como algo independiente de la materia no existe”.  “Los espacios existentes entre los grupos moleculares son tanto más considerables cuanto más aumenta el grado de complejidad de las moléculas. Esta es una verdad desde los satélites a los planetas, de éstos a las estrellas, de las estrellas a las constelaciones, desde éstas hasta aquello que está muchísimo más allá y que todavía no conocemos”. “La materia no tuvo principio ni tendrá fin; que es indestructible es evidente, puesto que no es concebible la posibilidad de sacarla fuera del espacio”.  “Es claro que la materia  que constituye la envoltura periférica  de los demás planteas ha pasado o tendrá que pasar por esta misma etapa. Considerada desde este punto de vista la pluralidad de los mundos habitados es un hecho evidentísimo”. Y todo esto dicho en en el año 1906!!!

Alguien supo decir que “la serenidad de Florentino Ameghino, muy pocas veces alterada, tenía el fuego eterno del Creador, del pensador y del espiritualista luchando contra el materialista opositor, que siempre ataca y hiere para avasallar en la defensa de la estupidez”.

Tal vez muchos de estos pensamientos elevados nacieron cuando solía viajar por su Patagonia tan querida, esta tan nuestra como el aire que respiramos.