Hace 48 años Héctor José Cámpora asumió la presidencia de la Nación Argentina/Por Héctor Jorge Colás*

Viedma.- (APP)  El próximo 25 de mayo, se cumplen 48 años de la asunción como Presidente de la Nación, de Héctor José Cámpora.  Fue candidato del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), el más votado en las elecciones del 11 de marzo de 1973, pero con el (49,56) no alcanzaba al (50,00%) exigido por Ley, para acceder a la presidencia en primera vuelta. Ricardo Balbín el máximo dirigente de la Unión Cívica Radical decidió el 30 de marzo, no presentarse en el balotage, razón por la cual Cámpora fue proclamado Presidente de la Nación.

El gobierno de facto conducido por el general Alejandro Agustín Lanusse, convocó a elecciones libres para el 11 de marzo de 1973, poniendo fin a la dictadura militar autodenominada Revolución Argentina. Sería la primera consulta electoraldemocrática, sin proscripciones que se realizaban en el país desde 1951.

      Habían pasado 22 años. El Justicialismo no pudo participar por efectos de la marginación política impuesta después del golpe de Estado de 1955, donde la conjunción de sectores civiles, militares y clericales derrocaron al Gobierno constitucional de Juan Domingo Perón.

 Pero el régimen militar en una estrategia para impedir la candidatura de Perón, había establecido que los candidatos deberían tener su domicilio en Argentina a partir del 25 de agosto de 1972, impidiendo de esa forma la presentación del líder de ese movimiento nacional.

     El peronismo conformó un denominado “Frente Justicialista de Liberación” (FREJULI). Estaba Integrado por un sector de la Unión Cívica Radical, la Alianza Popular Federalista, la Alianza Popular Revolucionaria y la Alianza Republicana Federal.

      Se presentaron cinco candidatos a la presidencia, Héctor José Cámpora, del Partido Justicialista fue el más votado con 5.908.414 sufragios (49.56%; la Unión Cívica Radical logró el segundo lugar con 2.537.605 votos; Francisco Manrique de la Alianza Popular Federalista obtuvo el tercer lugar con 1.775.867 sufragios (14,90%); cuarto quedó el Partido Intransigente de Oscar Allende, con 885.201 votos y quinto la Alianza Republicana Federal con Ezequiel Martínez, con 347.215 votos (2.91%).

      El binomio Héctor José Cámpora- Vicente Solano Lima, permaneció en el Poder Ejecutivo, desde el 25 de mayo al 13 de julio de 1973. Fueron solamente 49 días de gobierno. Sin embargo, instrumentó el Pacto Social entre los sindicatos y empresarios que sostuvo una política económica industrialista, una política internacional tercermundista y una política universitaria inclusiva con participación protagónica el movimiento estudiantil.

      Fue el ministro de Economía, José Ver Gelbard quien realmente impulso el acuerdo firmado el 8 de junio de 1973, por la CGT, en representación de los trabajadores, la CGE en representación del empresariado privado nacional y el Gobierno. El Pacto tenía como objetivos principales, alcanzar una participación de los asalariados del 40-50 % del ingreso nacional, en un lapso de cuatro años; reducir la alta inflación existente; y consolidar el crecimiento económico. Los sindicatos renunciaron a realizar paritarias por dos años, a cambio de que las empresas congelaran los precios y realizaran un aumento de salarios de suma fija, lo que para las categorías más postergadas representó un aumento real del 20 por ciento. El Pacto fue todo un éxito y se alcanzaron los objetivos planificados.

      Pero el mismo día de la asunción de Cámpora, una numerosamanifestación se dirigió a la cárcel de Villa Devoto, en Buenos Aires, para liberar a los presos políticos, en virtud a la promesa electoral anunciada en la campaña política por el Justicialismo. Esa posibilidad se concretó el 27 de mayo, cuando el Congreso Nacional sancionó por unanimidad la Ley 20.508 disponiendo la amnistía a todos los delitos políticos incluyendo “los cometidos con motivo o en ocasión de huelgas, un paro, ocupación de fábricas u otra medida de fuerza”.

      Pero antes y en el lapso de 18 años de proscripción se produjeron muchos sucesos que tuvieron como protagonista principal al Justicialismo. El 9 de junio de 1956 oficiales y suboficiales dados de baja y detenidos por ser peronistas, organizan una sublevación cuyo propósito era “defender la entrega del patrimonio nacional y llamar a elecciones libres en forma inmediata”. Los cabecillas eran los generales Juan José Valle y Raúl Tanco. El movimiento fue desbaratado por los militares, quienes decidieron efectuar un castigo ejemplificador disponiendo el fusilamiento de los sublevados. En pocos días 27 civiles y militares fueron fusilados. El 12 de junio de 1956 a las 22 horas, en la Penitenciaría Nacional de la ciudad de Buenos Aires, actual Parque Las Heras, fue fusilado el general, Juan José Valle.

El 16 de junio de 1955, un jueves al mediodía, mucha gente estaba concentrada en la Plaza de Mayo en Buenos Aires, porque se haría un desagravio a la bandera nacional, el cual consistiría en vuelo de aviones para derramar flores sobre la Catedral. Pero cayeron bombas.
     El 16 de junio de 1955, treinta y cuatro aviones de la Aviación Naval y de la Fuerza Aérea Argentina arrojaron catorce toneladas de bombas y dispararon miles de municiones de sus ametralladoras sobre la Casa Rosada, la Confederación del Trabajo (CGT) y los edificios públicos adyacentes a la Plaza de Mayo, lo que provocó casi medio millar de muertos y aproximadamente 1.500 heridos.Los pilotos finalizados el operativo de muerte, huyeron en los aviones al Uruguay, donde pidieron asilo político. El gobierno oriental, concedió el asilo y los protegió hasta el 16 de septiembre de 1955, cuando la Revolución Libertadora derroca al gobierno constitucional de Perón. Habían pasado solamente tres meses del demencial ataque y los asesinos fueron recibidos como “héroes nacionales” por el gobierno usurpador de la soberanía nacional.

El bombardeo a Plaza de Mayo, inauguró las décadas más violentas de la historia argentina. Fue el episodio más sangriento e inhumano de siglo XX en la vida institucional del país.

Este crimen de lesa humanidad que increíblemente permaneció impune, con el agravante de que algunos de los oficiales sediciosos vivían cuando el peronismo en 1973 alcanzó nuevamente el poder por el voto soberano del pueblo.

      El plan era asesinar al presidente constitucional, Juan Domingo Perón, usurpar el poder y proclamar una Junta de Gobierno militar con ministros civiles cómplices. Una vez normalizado el país se haría la convocatoria a elecciones generales con la proscripción del peronismo.

     Los sectores concentrados del poder económico y financiero no toleraban ni aceptaban que a pesar de la crisis económica que padecía el país Perón había decidido mantener el porcentaje más alto de distribución del ingreso registrado en toda la historia latinoamericana. A mediados de 1955, la participación de los trabajadores en el Producto Bruto Interno (PBI) era cercana al 53 por ciento.

     En el frente militar, Perón lograba hacia abril de 1955 mantener la hegemonía, no sin fracturas en el Ejército y la Aeronáutica, pero el 90 por ciento de la Marina era católica y antiperonista.

     Incidió en la planificación del golpe cívico-militar-clerical el creciente enfrentamiento de Perón con la Iglesia. Las razones de fondo eran económicas, pero las de superficie fueron políticas.  A Perón no era posible derrocarlo en las urnas. El 14 de abril de 1954 se suspendió en todas las escuelas la enseñanza obligatoria de religión y moral. El 20 de mayo se suprimió por ley la exención de impuestos a los templos y organizaciones religiosas y se llamó a una Constituyente para separar a la Iglesia del Estado. Se sancionó la Ley de Divorcio y se suprimió la discriminación de “hijos ilegítimos, naturales, incestuosos y adulterinos”, otorgándole atodos los derechos sucesorios. También se reimplantó la ley de profilaxis social y se autorizó a las provincias el funcionamiento de prostíbulos.

     Los católicos de todo el país se pusieron en pie de guerra.  Un alto porcentaje de púlpitos católicos se transformaron en indisimuladas tribunas políticas.

      Pero con el derrocamiento del gobierno constitucional de Perón, el 16 de septiembre de 1955, el peronismo fue proscripto por 18 años, se registraron torturas, fusilamientos, desaparecidos, inaugurando una etapa de terrorismo de Estado que afectó, por los menos, al 50 por ciento de la población argentina.

     Hacia el final del gobierno de Perón, hubo un odio generalizado desde la oposición, que el historiador Ernesto Salas calificó como la “cultura del desprecio” de los sectores dominantes por las clases populares. Incluso Américo Ghioldi, referente del Partido Socialista dijo sobre los asesinatos:” se acabó la leche de la clemencia, ahora los argentinos van a saber que la letra con sangre entra”.

     Por eso el gobierno de Cámpora, cobra relevancia sustancial. Por ser el que sacó del infierno y la ilegalidad al pueblo y el que devolvió el sistema democrático al país. Revirtiendo a un sector que consideraba dictadura al gobierno peronista, cuando la dictadura de facto en realidad era ellos.

     El 13 de julio de 1973, Cámpora y Solano Lima presentaron sus renuncias ante el Congreso Nacional,reunido en Asamblea Legislativa que aprobó las mismas y le tomó juramente constitucionalcomo nuevo Presidente de la Nación, a Raúl Lastiri.

      Luego de la renuncia, Cámpora se trasladó a su domicilio, en la localidad de San Andrés de Giles. La noche del 24 de marzo de 1976, cuando Jorge Rafael Videla iniciaba el genocidio en la Argentina, un grupo armado intentó asesinarlo, pero él ya estaba en la Capital Federal con su familia pidiendo asilo político en la embajada de México. Los militares no concedieron el asilo y prohibieron su viaje. En ese lugar permaneció poco más de tres años. Gravemente enfermo, en noviembre de 1979, la dictadura militar, permitió que saliera del país, para exiliarse en México, donde murió a causa de un cáncer de laringe. Trece meses después, el 19 de diciembre de 1980, en la ciudad de Cuernavaca. Sus restos fueron repatriados en 1991 y sepultados en el cementerio de San Andrés de Giles.

*Periodista de Viedma