Historias de iniciativas y fracasos de importantes proyectos industriales en Viedma/Por Omar Nelson Livigni

Viedma.- (APP) A partir de la puesta en marcha del Instituto de Desarrollo del Valle Inferior (IDEVI) y las aguas del río  Negro comenzaran a fecundar las tierras adyacentes dedicadas históricamente a la cría de ovejas, la dirigencia pública y privada  impulsó iniciativas para dotar al área de Viedma de una infraestructura agro-industrial con el objetivo de elaborar en origen los productos, sumar valor agregado y generar mano de obra para ir creando una economía alternativa,  que disminuyera la dependencia de la ciudad capital de los recursos gubernamentales y  empleo público.

Ese proceso tuvo lugar entre los años 1970 y 1990 y reconoció importantes iniciativas, que en principio parecieron prolongarse en el tempo exitosamente, pero que las recurrentes crisis económicas y dificultades políticas que afectaron a las provincias -entre ellas a Río Negro- comprometieron la viabilidad de aquellos emprendimientos en su inmensa mayoría.

Las políticas de la dictadura militar a partir de 1976, fundamentalmente, significaron la ruina de las economías regionales y un prolijo desmantelamiento de la estructura industrial del país.

De ese diagnóstico hay que exceptuar a lo que hoy es Fridevi S.A. la pujante empresa del frigorífico regional, y la más importante en su tipo de la Patagonia.

LA ANTIGUA IDEA DE UN FRIGORÍFIC0

Recordando capítulos de aquel pasado -entre los años 1960 y 1990- el contador público Omar Raúl Lehner comentó a APP, que la vieja idea de que Viedma y su zona pudieran contar con una planta frigorífica fue lanzada por el Dr. Ángel Arias en 1970, cuando el nombrado ejercía la presidencia del IDEVI.

La iniciativa fue apoyada de inmediato por la Cámara de Comercio, Industria y Producción local y, a partir de allí se realizó una asamblea constitutiva de una sociedad a la que asistieron ganaderos, comerciantes y profesionales de Viedma y Patagones, y en la que se suscribieron acciones con mayoría de capital privado y un aporte del IDEVI.

La asamblea designó presidente a Lehner y se incorporaron como accionistas unos cien vecinos de ambas ciudades y la región.

La empresa constructora fue Antonio Dido y el director técnico el ingeniero Eduardo Bagur. Entre 1970 y 1972, la obra civil ya estaba finalizada y se daba comienzo a las obras de faenamiento, desposte y demás tareas de la actividad.

En 1973 Guido González Bellini, titular del IDEVI designado por el gobernador (PJ) Mario Franco, efectuó un importante aporte de capital y la mayoría de las acciones pasaron a depender del organismo oficial.

Se produce el golpe de estado de 1976, que acarrea la paralización de la obra del frigorífico, y la Asociación de Cooperativas Argentinas junto con la Cooperativa Agrícola Ganadera de Patagones adquieren las acciones del IDEVI y de algunos accionistas.

Los nuevos titulares recibieron el frigorífico prácticamente listo para funcionar y comenzaron a desarrollar las tareas que siguen cumpliendo hasta hoy.

Los directivos de Fridevi, desde aquella época siguen introduciendo mejoras a la   planta en su funcionamiento.

Fridevi ocupa actualmente unos 500 operarios y es la única planta de la Patagonia que exporta carne a los mercados más exigentes del mundo en materia de calidad y sanidad de los productos.

EL DOLOROSO CIERRE DE TEXTILES VIEDMA

Después de 30 años de actividad ininterrumpida, y haber sido la mayor proveedora de trabajo de la región superando dificultades y altibajos, ya convertida en Textiles Lahusen -la ex Textiles Viedma de sus orígenes- cerró sus puertas el 14 de agosto de 1990.

El coadministrador judicial, el contador público Omar Lehner, consideró que la empresa tenía viabilidad, pero el banco de la provincia de Rio Negro, quien era el principal acreedor, no tenía garantía de los créditos otorgados sobre el emprendimiento, y por lo tanto no se pudo mantener la empresa funcionando.

Antes de que Lahusen se presentara en quiebra el banco le renovó todos los créditos a sola firma, perdiendo la institución rionegrina la potestad sobre la quiebra.

El contador Omar Lehner que había sido designado coadministrador judicial de la quiebra efectuó denuncias del hecho ante los tribunales que culminaron con el procesamiento y juzgamientos de los funcionarios implicados que terminaron en prisión. (Para una mayor información sobre este tema pueden remitirse a la siguiente nota: https://bit.ly/2KyByar).

LA PLANTA PROCESADORA DE TOMATE

Otro de los esfuerzos importantes del estado provincial se realizó en 1974. Guido Gonzalez Bellini, el mismo funcionario que al frente del IDEVI, había logrado vender el frigorífico regional a la Asociación de Cooperativas Argentinas, asumió el compromiso de poner una planta trituradora de tomate en el parque industrial de Viedma en un plazo de 60/90 días que se cumplió. 

Se adquirieron galpones y maquinarias y “Procesadora Rio Negro” inició sus actividades, pudiendo brindar respuestas a los productores del área de regadío del valle inferior que llegaron a implantar más de 1500 hectáreas de tomate.

Desde el IDEVI se otorgaron créditos para semillas fertilizantes y agroquímicos para las curas.

En la planta llegaron a trabajar unos 150 operarios y se lograron productos de buena calidad.

A los pocos años, a partir de 1976 comenzaron a llegar al país importantes volúmenes de tomate envasado procedente de Italia y España a valores inferior a los que se podían obtener en las propias zonas de producción. La agudización de este proceso determinó que fuera prohibitiva la continuidad del proyecto, como sucedió en otras zonas del país.

LA DESHIDRATADORA DE FRUTAS Y HORTALIZAS.

Indalvi S.R.L. se constituyó en 1974 a iniciativa de varios vecinos, unos 30 socios, especialmente de la empresa Tele Viedma, propietaria de un canal de TV circuito cerrado.

Se construyeron las instalaciones con un galpón y se instaló un horno Schindler, de diseño alemán, con bandejas para el deshidratado de cebolla.

Con el cambio político y económico de 1976 la sociedad quedó sin capital de trabajo, los socios no estaban dispuestos a hacer más aportes ni querían tomar deudas. Indalvi llegó a ocupar unos 20 operarios permanentes y a exportar cebollas deshidratadas de calidad a Alemania.

 Resultó asfixiada por los altos costos y los problemas técnicos que fueron surgiendo. Los accionistas intentaron vender a las Industrias Mata, líder en la especialidad, quienes explicaron a los viedmenses que la apertura económica y arancelaria en el país, hizo que ya hubiera cebollas deshidratadas procedentes de China, resultando más conveniente importar que producir.

LA COOPERATIVA TAMBERA “COTRAVIL”

La Cooperativa Tambera del Valle Inferior Ltda. -Cotravil- fue otra experiencia malograda debido a un conjunto concurrente de factores.   En realidad, nunca llegó a alcanzar los niveles de producción adecuados para abastecer a las poblaciones de Viedma y Patagones.

La planta fue construida con fondos oficiales y luego cedida en comodato a los tamberos para su explotación. Estaba proyectada para procesar unos diez mil litros de leche diarios.

En su mejor momento los productos IDELEC -marca comercial de la cooperativa- no sólo se limitaron al rubro de la leche pasteurizada, sino también a quesos, dulce de leches, manteca, cremas y yogures. 

Soportando problemas técnicos, la muy fuerte competencia de las plantas de primer orden en el ámbito nacional fue disminuyendo su volumen de ventas, y aumentando sus deudas hasta llegar al cese de sus actividades, después de varios años de representar una importante fuente de empleo.

A LA SOMBRA DE UNA DURA EXPERIENCIA

Si la historia es lo que sucedió y lo que sucedió a cada uno de nosotros, y en los propios lugares donde vivimos, las situaciones descriptas significan un irrecuperable tiempo de retroceso.

En los últimos años hechos más recientes como el desmantelamiento del sector industrial de la bodega Laperyrade en San Javier, y la interrupción de actividades de una fábrica de ladrillos cerámicos en Viedma se han sumado a aquel cuadro negativo.

Empero todo ello no puede inducir al escepticismo y mucho menos a la resignación.

Habría que tener confianza en que los sectores dirigentes brinden otras oportunidades para quienes creyeron que la región y sus potencialidades, merecen hacer posible un futuro industrial con otras posibilidades para el desarrollo regional y provincial. (APP)