El año pasado se cumplió una década del sistema de mediación en Río Negro. Los festejos llegaron acompañados de la implementación de leyes y la ampliación de mecanismos que fortalecen un paradigma de acceso a justicia en el que la provincia es pionera en el país.
En efecto, hace menos de un mes se conmemoraron diez años del dictado del decreto reglamentario que puso en vigencia la Ley N° 3847, de Mediación Prejudicial Obligatoria. Pocos días antes se había puesto en funcionamiento el programa de Conciliación Laboral voluntaria en Cipolletti. El sistema se implementó mediante Acordada 17/16 del Superior Tribunal de Justicia (STJ).
Este dispositivo tiene por objetivo esencial que las partes involucradas en un conflicto laboral cuenten con un espacio de negociación previo a la instancia judicial, propiciándose mediante el diálogo la construcción de soluciones mutuamente satisfactorias mediante la autocomposición de intereses.
La conciliación laboral implica ofrecer a los ciudadanos una oportunidad – previa al juicio – de solucionar sus conflictos en un tiempo mucho más breve y con muchos menos costos. El Poder Judicial ofrece el espacio institucional del Centro Judicial de Mediación (Cejume) para tramitar las reuniones. Si se llega a un acuerdo se remite vía digital a la Cámara Laboral respectiva y el tribunal evalúa si están garantizados los derechos de los trabajadores y en su caso homologa los acuerdos. Para ello contarán con un conciliador laboral que colaborará en la comunicación entre los participantes, contribuyendo en la generación de opciones mediante las cuales ellos puedan resolver el conflicto.
Se capacitó a un grupo de abogados interesados en intervenir como Conciliadores Laborales en materias vinculadas a negociación y resolución de conflictos, como en lo relativo a legislación y jurisprudencia de la Cámara del Trabajo de Cipolletti.
La idea es generar una opción de acceso a justicia que descongestione un poco los tribunales y acelere los tiempos de solución de los conflictos laborales. El Poder Judicial ha adoptado como política pública a los métodos alternativos de resolución de conflictos, entre los cuales la conciliación se encuentra como modos adecuados de resolver las disputas que se producen, propiciando la cultura del diálogo entre los mismos involucrados. A su vez también persiguen un propósito desjudicializador.
En Bariloche, para citar un ejemplo, este diseño se incorporó en el año 2007 y funciona con resultados altamente satisfactorios en cuanto a aceptación del método y a estadísticas de procesos acordados. Durante el año 2015 tramitaron más de 800 conciliaciones, lo que equivale al cúmulo de procesos de una Cámara Laboral durante un año.
Los trámites resultan en su gestión enteramente digitales y un 70 % de solicitudes de conciliación se inician y culminan dentro de los 40 días de su presentación, por lo que constituye un procedimiento ágil y administrativamente ahorra recursos y tiempo.