Viedma.- (APP) El intendente de la localidad de Sierra Grande, Nelson Iribarren, expresó su desagrado por el anuncio formal del gobierno provincial de rechazar la construcción de la central nuclear en la provincia. “Me duele que por votos se deje la central nuclear que seguro iba a beneficiar a Sierra Grande», aseguró.
Horas antes de conocerse esta decisión del gobernador Alberto Weretilneck -en atención a dirigentes de JSRN, como el vicegobernador Pedro Pesatti, que evaluaron que el retroceso electoral del oficialismo provincial en las PASO estuvo vincuado en gran parte por el respaldo a la planta- ya el jefe municipal había alertado a APP que “sería muy desprolijo desechar la construcción de la planta nuclear en Río Negro pensando en una cuestión electoral”.
Iribarren marcó su diferencia con aquellos que cambian de opinión en función del «humor» de sus comprovincianos o por aquello que en política hay que decir lo que la gente quiere escuchar y no actuar por convicciones. «Yo muero en cambio en mis convicciones por este proyecto», afirmó el intendente.
El intendente evalúa desde el ámbito legal pelear ante Nación para que se continúe con el proyecto de instalar la planta en el ejido de Sierra Grande, convencido que la autonomía municipal y el aval al emprendimiento de los vecinos pesa más que el rechazo del gobierno provincial.
Aseveró a APP que «yo mantengo mis convicciones, es una gran emprendimiento, que tiene las garantías necesarias, que no contamina, y lo que falta es comunicar para que la gente entienda de lo que se trata”.
Reflexionó además que en última instancia la decisión es del gobierno nacional, porque hay una política de Estado en la temática de la energía nuclear, que viene de décadas, hubo un viaje a China, hubo compromisos contraidos, y se eligió Río Negro y dentro de la provincia es Sierra Grande donde están las mejores posibilidades.
Hay que señalar que Nelson Iribarren, integrantes de su gabinete y el presidente del Concejo, Guillermo Di Napoli viajaron días atrás a la Central Nuclear de Embalse – Córdoba – con el fin de conocer la central en cuestión.
“Nos llevamos una gran sorpresa, lo que encontramos en una localidad que vive de la central y convivió 30 años con la planta, que ahora está en la etapa de preparación para ponerla en marcha otra vez”, señaló.
Iribarren agregó que por el contrario de lo que se dice con respecto a que si se instala una central nuclear en la Patagonia se muere el turismo en la zona, “lo único que vimos fueron colectivos con contingentes que llegaban para conocer el lugar”.
“Levantamos muchos testimonios en Córdoba, con comerciantes, vecinos, trabajadores de hoteles, y todos dicen que les cambio la vida, la opinión a la central nuclear allí es totalmente favorable, 10 de 10 opiniones”, consignó a APP.
Mencionó que “hay muchísima juventud trabajando en la planta”. (APP)