”Las mujeres que sufrimos violencia política no nos callamos más”

Viedma.- (APP) La Senadora Nacional Magdalena Odarda (partido RIO) celebró que el Senado de la Nación haya sancionado por unanimidad, en la noche del pasado martes, las leyes que incorporan el acoso callejero y la violencia política como modalidades de violencia de género en nuestro país. 

El proyecto de ley de acoso callejero como un modo de violencia de género incluida en la Ley 26.485, Ley de Protección Integral a las Mujeres, ya tenía media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación desde septiembre del 2017 por lo cual a partir de la aprobación en la Cámara Alta se logró que se convirtiera en Ley. El proyecto de ley que incorpora la modalidad de violencia política obtuvo su media sanción y se espera que la Cámara Baja lo convierta en ley próximamente. 

La parlamentaria rionegrina, quien es coautora de ambas iniciativas, destacó la importancia de la sanción de los mencionados proyectos de ley como una conquista de derechos de las mujeres. “Hoy es un día histórico porque estamos tratando estos dos proyectos que venían siendo dilatados y son absolutamente necesarios”, expresó Odarda.

La Senadora recordó que “Como una expresión dramática de lo que fue la violencia política hace muchos años recuerdo aquella inscripción en un paredón que decía “viva el cáncer” cuando Evita se estaba muriendo muy joven. Y esa expresión significó la manifestación de violencia política que marcó toda mi vida política, de lo que sufren las mujeres en razón de su género, aquellas que nos dedicamos con todo el amor que tenemos a esta noble actividad que es la política”. 

“No solamente Evita sufrió violencia política, también aquellas mujeres que se animaban a dar sus primeros pasos en la política en la universidad, en los partidos políticos o aquella mujer que dijo por primera vez “yo voy a votar”. Y para todas ellas seguramente había epítetos, insultos, había violencia política” añadió la parlamentaria.

Para finalizar su discurso Odarda expresó “Muchas mujeres concejales, legisladoras, diputadas, senadoras, militantes son víctimas de violencia política, epítetos como vieja, loca, histérica, abandónica -nos dicen que abandonamos a nuestros hijos porque nos dedicamos a la política- nada más injusto. Gorda, puta, yegua, tonta y tantos otros calificativos. Seguramente ninguno de estos calificativos utiliza un hombre para referirse a otro hombre, pero sí lo hacen para dirigirse a una mujer. A las mujeres sí nos toca escucharlos y padecerlos. Por eso decimos, una vez, más que no nos vamos a callar más”.