El Museo de Patagones indagó sobre el impacto de la campaña de Rosas en 1833/34 en la región

 

Patagones.- (APP) El director del Museo Regional Emma Nozzi, Jorge Bustos, informó que indagó en el Archivo General de la Nación, en la Ciudad de Buenos Aires, junto a Alejandro Sangrá y María Victoria González, sobre lo que significó para el área de Patagones, en las dos orillas, la expedición militar que el exgobernador Juan Manuel de Rosas realizó en 1833 y principios de 1834, lo que se denominó “la primera campaña al desierto”.

Recordó a APP que se combatió fundamentalmente a los caciques Chocorí y Cheuqueta, “de manera encarnizada”,  que fueron desplazados hacia la zona de Choele Choel primero y luego hacia la cordillera y se estableció un fortín en Río Colorado, que permitía hacer una vía por tierra de Bahía Blanca a Patagones.

Indicó que después de años de relación pacífica en esta región con los indígenas, donde ambas partes se beneficiaban del desarrollo agrícola-ganadero, incluso hasta más allá de San Javier en la banda sur (“los indios participaban del bienestar de Patagones”), después de la década del 20 todo esto entró en crisis por la expansión ganadera en provincia de Buenos Aires hacia el sur, y de los indígenas de la cordillera hacia el este (la guerra de independencia en Chile fue muy cruenta y hubo tribus de un lado y del otro, de los realistas y revolucionarios).

Mencionó que Rosas no quería que Patagones le comprara ganado a los indios, sino a los ganaderos-saladeristas bonaerenses que el gobernador representaba. De allí lo de extender la frontera.

Informó que se establecieron fruto de la campaña una serie de fuertes, que en algunos casos eran volantes, porque la década del 30 era de sequía y con un fortín fijo por ahí se quedaban sin pastos los caballos.

Mencionó a APP que años después se fue remediando la relación del Estado argentino con Cheuqueta y Chocorí, hasta que después de 1857 se hace el tratado con Yanquetruz, hijo de Cheuqueta, y con Sayhueque, hijo de Chocorí. Mencionó que después de ser corrido hacia la cordillera por la campaña de Rosas ya al año y medio o dos años hay registros de la vuelta de Cheuqueta, que tenía como principal lugar de asentamiento la zona de Valcheta.

También hay registros de ganado cimarrón de unos 50 mil o 60 mil animales en la península de Valdés –originados en el fuerte San José que fue arrasado por los indios alrededor del 1810, un grave error que pagaron muy caro los caciques a los que se fue la cosa de las manos- , que era como “reserva de carne” para Patagones en caso de que escaseara.

Expresó en sínstesis que fue una época de “militarización” de la frontera el resultado de la campaña de Rosas.

Indicó sobre la guarnición militar en Patagones que “la integraban en muy buena parte africanos, los que habían venido con la Guerra por el Brasil, y oficialidad europea, veteranos que conseguían trabajo acá”.

Explicó que de 40 a 50 hombres en la guarnición se pasa a poco más de 300. (APP)