Viedma.- (APP) (Por Omar N. Livigni) Los gobiernos de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego han rechazado en forma unánime la decisión del ministerio de Agroindustrias a través del SENANA de permitir el ingreso de carne de cerdo deshuesada al sur de la barrera del río Colorado, esgrimiendo el justificado argumento de la defensa de la producción y la preservación del estatus sanitario obtenido de libre de aftosa sin vacunación.
Y sumarán a los reclamos de estilo acciones judiciales para tratar de revertir una situación que amenaza la supervivencia no sólo de algunas expresiones de la industria frigorífica sino de la de cientos de productores desde el río Colorado al extremos austral que deberán soportar una competencia desleal, partiendo de la base de que carecen de las ventajas comparativas de la que gozan sus similares de la pampa húmeda,
Este frente en defensa de la producción está siendo asumido por los propios gobernadores patagónicos quienes serán los encargados de llevar sus quejas ante el más alto nivel de decisión nacional.
Además recientes expresiones del ministro Ricardo Buryaile en cuanto a que se estaban aguardando a técnicos de Estados Unidos para considerar la evolución que se ha alcanzado en el control de la fiebre aftosa, generalizaron una justificada preocupación y alarma.
Productores bien informados, según relevó APP, sospechan con razón que de existir un dictamen favorable de los técnicos extranjeros, es posible que las barreras sanitarias tiendan a flexibilizarse aún más y la carne con hueso del norte pueda comenzar a ser comercializada en toda la región patagónica.
Obviamente esta pretensión tiene a un caracterizado abanderado como es el gobernador pampeano Carlos Verna, conocido lobbista de sus frigoríficos, y no es de extrañar que en un tiempo relativamente breve los ganaderos de las provincias patagónicas formen fila entre los perdedores de esta puja desigual, con todo lo que ello representa en el balance de trabajo, tiempo e ilusiones perdidas.
Las primeras manifestaciones contra los niveles de decisión del gobierno nacional en esta materia comenzaron a percibirse cuando sectores supermercadistas y frigoríficos del norte, allegados a colaboradores cercanos al presidente Mauricio Macri, comenzaron a ejercer presiones ante el Ministerio de Agroindustrias para lograr ese propósito.
Coincidentemente se conoció el llamado a asamblea pública efectuado por el SENASA consultando sobre la posibilidad de permitir el ingreso de carne de cerdo deshuesada, cuyo resultado fue negativo en un alto porcentaje y no obstante el organismo nacional siguió adelante hasta llegar a la resolución avanzando en la idea favorable, que ya suscribió el ministro Ricardo Buryaile. No fue una casualidad.
Llama poderosamente la atención el recorrido de todo el trámite que se ha cumplido para llegar a a este inquietante objetivo, cuando opiniones técnicas vertidas por los colegios de veterinarios de las provincias potencialmente afectadas se encuentran frontalmente encontradas con los criterios de ese organismo. Es que se sabe que el SENASA se ha caracterizado por haber emitido opiniones distintas y/duales sobre idénticos casos sometidos a su consideración, que han afectado su prestigio profesional ante los sectores de la producción.
Hay que recordar cuando desde ese organismo, hace algunos años atrás, se aseguraba que existía un riesgo cierto para la Patagonia si se permitía el ingreso de carne de cerdo. ¿Qué funcionario del gobierno nacional puede explicar estos cambios de opiniones del SENASA?
¿Cómo se puede jugar así con la credibilidad, veracidad y autoridad de un ente del Estado? Estos antecedentes ponen en la alternativa a los patagónicos en general, en los sectores públicos y privados, de pensar y llegar a la muy grave conclusión, que el SENASA en vez de manejarse de acuerdo a incuestionables parámetros técnicos para resolver este tipo de situaciones, opta políticamente favoreciendo los intereses de los factores económicos y sectores concentrados de la economía, que en definitiva son sus reales impulsores.
Mientras se observa este nuevo capítulo donde se comprueba aquello que “el pez grande se come al chico”, habrá una importante reunión de Chubut en los primeros días de diciembre.
Se trata de un Foro Ganadero Patagónico convocado por el ministro Ricardo Buryaile, donde seguramente todos estos temas se pondrán con contundencia sobre la mesa de discusión, porque, sin dudas, las responsabilidades de lo que está sucediendo y lo que resta por venir sobrepasan el nivel de la burocracia del SENASA para corresponderle en un todo al titular de la cartera, que tendrá que dar respuestas. y no derivar las culpas a nadie. No hay más lugar para jugar a las escondidas. (APP)