El coronel que modificó la historia social y política argentina/Por Héctor Jorge Colás*

Viedma.- (APP) El ocho de octubre de 1895, nacía en Lobos, provincia de Buenos Aires el creador del Movimiento Nacional Justicialista y tres veces presidente constitucional de la República Argentina, Juan Domingo Perón.

     Cubrió una etapa de 30 años en la vida política nacional, incorporando desde su gobierno la justicia social, la soberanía política y la independencia económica.

     En el año 1950, el hábil político, vislumbraba los cambios económicos y sociales que se gestaban en el mundo. Su genio creativo se había anticipado por muchos años a los temas trascendentes que hoy preocupan y dividen a los pueblos del mundo.

     Intentó vertebrar con la participación de los gobiernos de Brasil liderado por Getulio Vargas e Ibáñez del Campo en Chile, el ABC, primer acuerdo económico-aduanero regional de Latinoamérica. Se adelantó 40 años al Mercosur.

     Perón en la década del 50 hablaba de regionalismo, continentalismo y universalismo como forma de convivencia pacífica económica y social y del medio ambiente como real problema de la humanidad.

     En su gobierno (1946-1955) Perón inicia la etapa de reivindicación laboral y dignificación social más profunda de la historia argentina.

     Estabilidad laboral, jornada de labor, aguinaldo, vacaciones, indemnización, convenciones colectivas de trabajo, salud, educación, viviendas y turismo social para todos se instalaron por primera vez en la República Argentina, llegando esos beneficios a los sectores postergados y marginados de la patria.

      Lamentablemente la historia oficial no refleja la trayectoria de los gobernadores justicialistas del Territorio Nacional de Río Negro. El proceso nacional de “desperonización” ordenado en 1955 por las autoridades de la Revolución Libertadora fue cumplido y ejecutado minuciosamente por gobiernos militares y civiles radicales.

      En Río Negro los gobernadores justicialistas Miguel Montenegro (1946-1949) y Emilio Belenguer (1949-1955) fueron borrados y olvidados de la historia oficial.  En el primer gobierno, Montenegro habilitó la Colonia Marítima del Balneario, El Cóndor. Con ayuda de Evita desde su Fundación impulso la construcción y el equipamiento para que todos los” niños de la provincia pudieran conocer el mar”.

      Emilio Belenguer, inauguró en Viedma, el 1 de noviembre de 1951, las obras inconclusas de colonización del Valle Inferior, que proyectaban una superficie bajo riego de 48.000 hectáreas, con costo de 50 millones de pesos.

     Al otro día, desde San Antonio Oeste anunció la construcción del acueducto Pomona-San Antonio que serviría para dotar de agua potable a toda la población y además para irrigar una depresión de 40.000 hectáreas.

      En la isla de Choele Choel puso en marcha un programa de obras de riego de 30.000 hectáreas. En 1951 durante su gestión logró que la Dirección General de Agua y Energía de la Nación licitara la construcción de la represa niveladora en Salto Andersen, sobre el río Colorado. Belenguer inició la construcción del policlínico de General Roca, el más importante en el Territorio Nacional de Río Negro, con capacidad para 120 camas.

   Tras debatirlo con las autoridades nacionales, el mandatario rionegrino logró que en el Primer Plan Quinquenal se planificara la construcción de 35 escuelas en distintas localidades del Territorio de Río Negro.

       Antes del golpe cívico-militar-clerical de septiembre de 1955, el Hotel Turístico de Viedma quedó prácticamente terminado. Frente al majestuoso río Negro se levantó el hermoso y por aquel entonces moderno establecimiento hotelero, cuya construcción fue consecuencia de la política de turismo social implementada por el gobierno de Perón.

     Del proyecto de regadío los gobiernos posteriores solamente incorporaron 20.000 hectáreas y el hotel fue convertido en oficinas de la administración pública provincial por los hijos dilectos de la Revolución Libertadora.

     Luego se instaló en el país la irracionalidad política, los bombardeos a Plaza de Mayo para asesinar al Presidente Perón el 16 de junio de 1955, el golpe de Estado del 16 de septiembre del mismo año y el largo destierro de 18 años por mandato de las fuerzas armadas y la cobarde complicidad de los partidos políticos autotitulados democráticos de la República Argentina. 

    Fue desalojado del poder el gobernante que llevó la participación de los trabajadores en el PBI al 53 por ciento.

    Pero la presión popular se impuso al odio de los políticos y militares y logró su esperado retorno en 1972, asumiendo el 12 de octubre de 1973 la presidencia de la Nación por tercera vez a través del voto soberano del pueblo argentino.

    Por eso, este 8 de octubre, se recuerda a Perón como político, estadista, visionario y militante social. Junto a su inolvidable compañera Evita sembraron esperanzas, justicia social, solidaridad y trabajo en una argentina renovada y feliz.

.*Periodista de Viedma