Viedma.- (APP) “Acá no solo hay que luchar contra el frío, las sequías , y las cenizas de los volcanes, sino que también hay que soportar las mentiras diarias, y las expresiones violentas de algunos dirigentes mezquinos”, sostuvo la legisladora Sandra Recalt, del bloque de Juntos Somos Río Negro, al evaluar la marcha del plan de repoblamiento ovino de la región sur, que se financió con un aporte de 12 millones de pesos provenientes de la renegociación de los contratos petroleros.
“No debe haber cosa más contradictoria que un peronista sin sensibilidad social”, remarcó la legisladora. “Hay que ver con qué esfuerzo y responsabilidad nuestros pequeños ganaderos se sumaron al plan, que para muchos significó la única ayuda estatal para evitar el abandono de sus campos”, comentó, en referencia a la compra de 9.800 vientres en el marco de un proyecto solidario: luego de dos años, cada productor devuelve el aporte no en dinero, sino entregando 5 borregas. Cuando los técnicos del Ministerio de Agricultura reúnen 25 animales, esa majada es entregada a otro productor en dificultades, por lo tanto el fondo de origen petrolero pasa a convertirse en un fondo rotatorio y solidario.
“Es una pena que el presidente del Partido Justicialista de Río Negro, Martín Soria, recurra al insulto y la agresión a la hora de hablar de esta renegociación con las petroleras, cuando en realidad es un sistema que está permitiendo hacer verdadera Justicia Social”, se lamentó Recalt, quien además recordó dichos del legislador del FPV, Nicolás Rochás, quien calificó de “triste y penosa experiencia”, la renegociación y posterior distribución de los fondos petroleros: “Ni triste ni penosa experiencia, todo lo contrario. Solo hay que tener un poco de buena fe para ver que, para los pobladores más sacrificados de la provincia, estos aportes han representado una esperanza, la posibilidad de ponerse de pie con su propio esfuerzo. Algo muy digno. Tal vez por eso no lo entiendan”.
Recalt además puso en contexto el repoblamiento ovino, al recordar que según el Censo Nacional Agropecuario del año 2002 la provincia de Río Negro tenía 1.500.000 cabezas de ganado ovino, y que luego de 10 año de sequías y las cenizas del volcán Puyehue, la majada rionegrina fue diezmada y se redujo a poco más de 300.000 animales. “Fue una verdadera catástrofe, natural y humana, de la cual aún nos estamos recuperando”, acotó.
“Hoy, a partir de acciones claras y concretas, estamos por encima de las 800.000 cabezas”, sostuvo la parlamentaria , quien se mostró preocupada porque “veo cierta ignorancia y altanería en dirigentes de la oposición cuando se refieren a temas muy delicados, que afectan a miles de rionegrinos, en los cuales todos los días se trabaja desde el Estado provincial. Este es uno de esos ejemplos concretos del efecto multiplicador que ha tenido en la provincia, la renegociación de los contratos petroleros”.