Viedma.- (APP) Las autoridades del Comité Interjurisdiccional de Cuenca de los ríos Limay, Neuquén y Río Negro, con la presencia de los representantes de cada provincia, resolvieron desechar la propuesta de Buenos Aires de que se convocara por licitación pública a firmas consultoras para realizar el estudio integral de los recursos hídricos del río Negro, y definir en consecuencia los cupos de agua que le corresponden a cada jurisdicción.
Durante las deliberaciones, el representante de Buenos Aires, Haroldo Lebed formalizó la iniciativa bonaerense que recibió el voto en contrario de los delegados de Rio Negro, el ingeniero Fernando Curetti, además titular de la AIC, y de Neuquén, Elías Sapag.
La decisión adquiere una gran importancia porque deja de lado las inquietantes tendencias de las administraciones provinciales de recurrir a las empresas consultoras privadas cuando los estados federales tienen capacitados equipos profesionales para realizar tareas de altas exigencias técnicas con el consiguiente ahorro de recursos y garantías de honestidad intelectual y moral.
Sobre todo, como en este caso, donde hay en juego sensibles cuestiones de alto valor geopolítico que se relaciona con las estrategias para el regadío y el desarrollo regional.
No se deben obviar aquí las sospechas existentes sobre las firmas consultoras en general -con sus lógicas excepciones- que en la gran mayoría de los casos son difíciles de controlar en el cumplimiento de sus tareas.
Ni los casos de corrupción en los que se han visto involucradas por connivencia con intereses contrarios a sus mandatarios.
La decisión del Comité Ejecutivo de la AIC fue rápida y oportuna para desmentir afirmaciones de funcionarios del gobierno bonaerense que pronosticaron y promovieron sin éxito, las frustradas contrataciones a firmas consultoras.
Sin dudas el caso más insultante fue el de Guillermo Rueda a La Nueva Provincia de Bahía Blanca donde dijo que: “El Plan Director para la Cuenca del Rio Negro deberá hacerlo un consultor externo que no tenga vínculos ni intereses con los sectores involucrados. La idea es que no existan suspicacias, y se llegue a un resultado transparente”.
El mismo Rueda se ilusionaba con que “una institución de reconocida trayectoria en la región como la Universidad Nacional del Sur se presente para realizar el trabajo”.
Sólo faltó que hubiera recomendado a CORFO y sus equipos como paradigma de ecuanimidad para la realización del estudio.
Afortunadamente, todo indica que por ahora, los representantes de las provincias de Rio Negro y Neuquén en la AIC, han impedido que “el zorro ingrese en el gallinero”. No hay que bajar la guardia y continuar alertas.
UCR: Intendentes buscan un lugar bajo Cambiemos
No es un secreto para nadie, y sobre todo para afiliados y dirigentes, que el proceso de normalización operado en el ámbito interno del partido que gobernó durante 28 años de la provincia se ha limitado a ordenar papeles, pagar deudas e introducir orden en las rutinas de su manejo, e inclusive que algunos comités hayan abierto sus puertas con cierta regularidad.
Pero hay indicios concretos que el cambio que se quiso insuflar, no supera el límite de lo cosmético, porque ha faltado principalmente una profunda autocrítica.
Pese a la amarga experiencia que dejó el abandono del poder y los últimos fracasos electorales, todavía subsisten apellidos en los distintos planos partidarios, que no contribuyen a exhibir el nuevo rostro que necesita con urgencia este mortificado radicalismo.
Esos rechazos -frutos de un proceso de decantación inconcluso- determinan que periódicamente se generen periódicos picos de disconformismo interno con la conducción oficial, que alteran la superficie partidaria.
Algo de esto ocurre en estos días donde algunos jefes comunales -¿todos con idéntica convicción?- han puesto el grito en el cielo por haber sido marginados de las consultas y nominado unilateralmente a Lorena Matzen, como candidata radical en primer lugar y por la coalición Cambiemos en las PASO de agosto.
Ahora han decidido participar en las PASO, y ejercer los derechos que su propio partido en apariencia les ha negado, en un lanzamiento que consideran irreversible.
Militan en este enfoque de la coyuntura Nelson Iribarren, de Sierra Grande, Yamil Direne de Valcheta, Miguel Martínez de Ingeniero Huergo, Víctor Mansilla de Darwin, y Mariano Lavín, de Fernández Oro.
Este movimiento reivindicativo por llamarlo de alguna manera cuenta con el apoyo de Aníbal Tortoriello, el titular del municipio de Cipolletti -influyente dirigente del PRO-, legisladores de origen radical, hoy disidentes con el esquema oficial de la UCR, enrolados en el Frente Progresista como Jorge Ocampos y Daniela Agostino, y otros sectores internos.
En cambio los intendentes José Luis Foulkes de Viedma, Carlos Toro de Jacobacci, y Mabel Yahuar de Los Menucos, se mantienen prescindentes de los planteos que se escuchan por estos días y han omitido cualquier tipo de opinión, por lo menos en voz alta.
Los cuestionadores plantearon al presidente de la UCR, Darío Berardi, la situación creada y la decisión de asistir a las PASO con una lista diferenciada, impulsando la candidatura a diputado nacional de Nelson Iribarren, que aparece como líder del grupo y es el actual intendente de Sierra Grande.
Uno de los acompañantes aseguraba a quien quisiera escucharlo, como estímulo: “Ya tenemos ofertas para consolidar un solvente fondo económico y sufragar la campaña de Iribarren”.
Del diálogo, cumplido en la sede comité central de la UCR en Viedma, donde también estuvo Daniel Sartor, no surgió ningún acuerdo entre las partes, porque a las sugerencias de “bajar” la candidatura de Iribarren, insinuada por parte de los dueños de casa, los jefes comunales ratificaron con firmeza su decisión de concurrir a las primarias de agosto “contra viento y marea”.
En realidad se presenta así un panorama complicado, porque la UCR y el PRO presentaron hace muy poco la entente Cambiemos en Cipolletti y consensuaron la nominación de Lorena Matzen para la candidatura en primer término en la diputación nacional.
Tanto Berardi y Sartor se mostraron intransigentes en su tesitura por considerar extemporánea la exigencia de los dirigentes díscolos y coincidieron con el criterio que tiene la dirigencia del macrismo, que en síntesis sostienen “que hay que privilegiar Cambiemos sobre las conductas o pretensiones individuales y de grupo”.
El diputado nacional Sergio Wisky que también recita esa consigna, apenas se anotició de este alerta en la estructura del radicalismo, intercambió pareceres con los protagonistas de ambos sectores y el consejo fue similar y recurrente: “Lo principal es el proyecto político, cuya expresión más nítida es Cambiemos, no las individualidades”.
Wisky informó al presidente del PRO, Roberto Schiavone, los acontecimientos de Rio Negro, durante la convención nacional realizada el viernes en Pilar, provincia de Buenos Aires.
Precisamente lo ocurrido allí es un anticipo y puede tener incidencia de lo que acontece en Río Negro, donde Marcos Peña advirtió “sobre las tendencias a la fragmentación y las rupturas”, que pueden afectar a Cambiemos.
A partir de esas señales, los estrategas del macrismo no pueden arriesgarse un fracaso de Cambiemos en Rio Negro, después de los esfuerzos para constituir la coalición.
Y menos aún tolerar la presencia de una candidatura alternativa radical a la de Lorena Matzen en las PASO, convalidada por la mesa provincial del partido amarillo y por el interventor Ernesto Braun y los demás integrantes de la comisión de acción política.
Algo parecido acontece en los mandos del radicalismo, que tampoco pueden asimilar semejante desautorización por un lado, y por el otro brindar la imagen de un partido convulsionado con sus autoridades desconocidas.
Por su parte los intendentes son conscientes de la diferencia que existe entre fijar posiciones para ganar protagonismo y reclamar el derecho a la participación, obtener concesiones y peso político en Río Negro, y otra muy distinta entrar en colisión con el nivel nacional o las influyentes relaciones que de allí se derivan y de donde provienen los recursos y las obras públicas para sus respectivas jurisdicciones.
La consulta sobre la conducta a seguir hay presiones disuasivas fue unívoca: “Este camino hacia las PASO no puede tener retrocesos ni impedimentos”.
Como el tema planteado sobre pasa el nivel provincial, según indican versiones de muy buena fuente, entre los días martes o miércoles, los intendentes o Iribarren, podrían ser convocados a Buenos Aires, donde serían recibidos por funcionarios de alto nivel para analizar el problema.
Si se realiza el conclave en la Casa Rosada, Iribarren y ratificarán su presencia en las PASO y requerirán, como lo han planteado en APP y en otros medios periodísticos, ser tenidos en cuenta por Cambiemos de aquí en adelante, en el desarrollo del proceso político actual, y en el camino que conduce al 2019.
Se impone ahora un paréntesis hasta la próxima semana para visualizar que surge de todo este intríngulis, demostrativo de la fisonomía de un radicalismo poco previsible y que está muy lejos de alcanzar su paz interior.
JSRN: ¿Puede haber candidaturas sorpresivas a diputados nacionales?
Resulta una muy ímproba tarea para los periodistas indagar en los repliegues más íntimos del gobierno provincial o en los niveles superiores de Juntos Somos Río Negro (JSRN) de qué manera el gobierno de Alberto Weretilneck resolverá la nominación de los candidatos a diputados nacionales para las elecciones PASO de agosto.
No es que “los que mandan”, como decía el sociólogo José Luis de Imaz, tengan una tendencia al misterio y al ocultismo para despertar expectativas, o ganar tiempo para descubrir el juego de los opositores.
Ocurre que en los momentos actuales donde el acontecer nacional adquiere tanta gravitación y se proyecta con tanta fuerza sobre todo el interior del país, los estrategas de campaña van dejando de lado las apreciaciones meramente empíricas para considerar principalmente los estudios de los especialistas que mensuran y calibran la opinión de los ciudadanos.
Se afirma que hoy resultan ser más relevante el estudio de los distintos escenarios que puede presentar una elección en determinados distritos, que la selección de los propios candidatos.
Es decir que el escenario jugará un rol clave y definitorio para la integración de las listas.
Algunos datos permiten inferir que esta tesis está siendo analizada por los equipos de funcionarios y encuestadores privados del gobierno rionegrino.
Sobre todo previéndose que se genere un fuerte proceso de “polarización”, conclusión a la que arribó el viernes el Consejo Nacional del PRO, resultado que ya había previsto y comentado públicamente Weretilneck. Hay consultores como Vignone y Asociados que aprecian aquí una polarización, pero entre JSRN y el Frente para la Victoria, sin considerar como principal protagonista a Cambiemos.
Comentan que el gobernador se encuentra atento a este devenir y si bien se puso “la campaña al hombro”, quiere convertirse en “el gran elector”, resolverá sobre los candidatos sobre la marcha y sin adoptar ninguna definición hasta el último día, es decir en las vísperas mismas del 24, aunque también se dice que el anuncio se podrá adelantar.
El vicegobernador Pedro Pesatti y el legislador Alejandro Palmieri, son las figuras con mayor chance, al tope de la lista de candidatos, no importa el orden de ubicación de cada uno. Pero no hay que descartar una variante que podría irrumpir a último momento en la mesa de análisis del oficialismo, y en consonancia con la naturaleza del escenario que se presente.
Por ejemplo la aparición de candidatos resguardados “in pectore” por Weretilneck que no estuvieron hasta hora en la danza de candidatos, ni en la habitual especulación de los analistas y los medios de prensa. Se trataría de un arbitrio ya evaluado con gran discreción y que estaría en el arsenal de respuestas disponible, si el momento lo exige.
Quienes conocen a Weretilneck, aseguran que más allá de los candidatos, afirma sus convicciones en los resultados de su gestión, y los datos de varias encuestas que lo muestra bien posicionado.
Los resultados de octubre estarán íntimamente atados a otros proyectos, entre ellos el de prolongar su hegemonía política desde 2019 al 2023, tema que sigue con vida latente.
FpV: El bloque legislativo en la encrucijada
La banca del Frente para la Victoria (FpV) en silencio los enredados conflictos internos que sacuden periódicamente el clima de convivencia que debe reinar en todo cuerpo colegiado de tan altas responsabilidades políticas e institucionales.
Sin dudas estas convulsiones y disidencias que surgen fuera de los límites de su ámbito recorren serpenteantes todo el interior del PJ y el FG, y llegan hasta los municipios, cuyos titulares en un número significativo, tampoco tienen buena sintonía con Martín Soria, el jefe del partido mayoritario de la alianza.
Con la designación de los nuevos funcionarios de la Defensoría del Pueblo, donde tres legisladores votaron con el oficialismo, se repitió nuevamente lo que ya había sucedido en el bloque, antes con el Plan Castello.
En esa oportunidad fueron seis los disidentes -además de la presentación de la renuncia en suspenso del presidente Alejandro Marinao-, y antes en el caso del presupuesto provincial.
No fueron casualidades.
Estas vicisitudes y caminos divergentes, son demostrativas de problemas políticos irresueltos de propia generación peronista, y la influencia del oficialismo provincial que ha demostrado saber cabalgar sobre esas contradicciones y fraccionar a los adversarios.
El jueves se conoció un comunicado de los legisladores Javier Iud, Ariel Rivero y María Maldonado donde justificaron su accionar en el recinto parlamentario con el fundamento de “la responsabilidad política”.
La interpretación real es que la endeble unidad que contuvo a “tirios y troyanos”, o “soristas y pichettistas”, como quiera llamárseles, parece haber llegado a su límite, a una encrucijada, y que la hora de las definiciones está próxima. (APP)