César Fournier un meritorio corsario que luchó en la guerra contra Brasil 1825-1828/Por Omar Nelson Livigni

Viedma.- (APP) El mes aniversario del siempre presente combate del Cerro de la Caballada en defensa de la soberanía nacional en estos lares sureños, siempre genera una  especie de  licencia  periodística para abordar  hechos y personajes de la guerra librada contra Brasil entre 1825-1828.

Como ocurre, por ejemplo hoy, con el recuerdo de la intrépida figura de César Fournier, un ciudadano italiano, nacido en Livorno (Italia) quien después de emigrar como exiliado político a Francia en1821, y desde allí se dirigió en un pequeño barco propio desde Génova a Buenos Aires, donde se enroló como corsario a favor de la Confederación Argentina en la guerra contra Brasil.

Por esas casualidades que suele interponer la historia en el camino de sus protagonistas, Fournier fue enviado a Patagones con la misión de poner en condiciones de combatir a los barcos mercantes que los corsarios como Bynon, Fourmartín, Doutant Harris y también otros asaltaban y capturaban en las costas del atlántico.

El viaje a Patagones se interrumpió por un naufragio poco antes de llegar a destino, consiguiendo al poco tiempo financiación de algunos hacendados y comerciantes para construir una goleta, e iniciar la captura de barcos brasileños.

En esta  actividad  demostró su valentía y pericia marinera, ya que hay constancias de que a bordo de ”El Congreso,” el mejor buque de armada de Guillermo Brown logró el apresamiento de 24 presas enemiga y se constituyó  en una amenaza para la flota brasiIeña que lo mencionaba como el “El Exterminador”.

La foja de servicios de Fournier es plena y llamativa por sus estrategias arriesgadas y exitosas.

Algunas de ellas se pueden consultar en obras como las de Vicente Cutolo, “Nuevo diccionario biográfico argentino” y la de Horacio Rodríguez y Pablo Arguindeguy, “Nómina de oficiales navales argentinos”.

En una de sus aventuras casi cotidianas Fournier capturó un buque inglés que estaba cazando sin autorización  en la Isla de Los Lobos, lo que provocó la queja del embajador inglés ante el gobierno argentino que devolvió la nave pero se abstuvo de aplicar castigo alguno a quien había generado el incidente.

Hubo otro episodio en esa guerra naval con gran repercusión del que fue partícipe principal Fournier que derivó en el asalto de noche a la fragata imperial “Leal Paulistana”, hecho sucedido en la boca del río de La Plata.

Esa nave capturada cumplió un rol destacado en la batalla de Juncal con el nombre de “Maldonado” con bandera de las provincias unidas, barco que vendió al gobierno argentino en 23 mil patagones, recursos con los que adquirió una goleta que armó y tripuló, y tres balleneras.

En diciembre de 1827, ascendió al grado de teniente coronel y se embarcó en campaña de corso al comando de la fragata “Juncal” con la misión de capturar embarcaciones para agregarlas a la flota argentina.

Más tarde se trasladó a Baltimore, en EE.UU., donde equipó y armó dos buques, el bergantín “Dorrego”, capturado a los brasileños y la corbeta “25 de Mayo”, comprada al país del norte.

Los buques se separaron por una fuerte tormenta y solo regresó a Buenos Aires el bergantín” Dorrego”.

Corresponde aclarar, especialmente para los vecinos y lectores de la comarca Viedma-Patagones, que Fournier es el mismo nombre impuesto a una unidad de la Armada por el ministro de aquella cartera de estado en 1940, y que se repitió en 1941, cuando por resolución del alto mando naval se resolvió el apadrinamiento a la Escuela 2 “Juan de la Piedra”  de Viedma.

Ese mismo año, el 25 de mayo, hubo un muy concurrido acto en el edificio de la escuela en Viedma, con la presencia de las autoridades provinciales y municipales, y rindiendo honores, una delegación de marinos encabezada por el comandante del rastreador “Fournier”, capitán de Navío, Ernesto Grandolli,  oficiales y tropa.

Por ese motivo, el 22 de septiembre de 1949, cuando se produjo el hundimiento, sin sobrevivientes, del rastreador ARA-Fournier (M5) con 77 tripulantes a bordo en aguas del Estrecho de Magallanes, si bien el desastre causó una fuerte conmoción en todo el país, aquí adquirió una generalizada muestra de dolor por parte de toda la comunidad por considerarlo como parte de su propia historia lugareña.  (APP)