Viedma.- (APP) El 24 de mayo se celebra el Día Nacional de la Olivicultura, en concordancia con el final de la cosecha en las provincias del norte de nuestro país. En la nuestra, este año, los trabajos comenzaron en el mes de abril y se extenderán hasta principios de julio.
El sector olivícola rionegrino, que se encuentra en constante crecimiento, utilizará la cosecha de aceitunas para la producción de aceite de alta calidad y de reconocimiento internacional. Actualmente 268.5 hectáreas se encuentran en producción.
La principal variedad implantada es la Arbequina, pero también existen plantas de las Nevadillo, Frantoio y Changlot Real, además de Misión y Empeltre, que son de doble propósito, tanto para aceite como para aceituna de mesa.
En el área de San Antonio Oeste se localiza la mayor extensión de hectáreas, pero también existen emprendimientos en el Valle Inferior. Por su ubicación, estos cultivos se encuentran expuestos a mayores horas de frío y menor amplitud térmica que en otros lugares del país, lo que influye en gran medida en su mayor calidad y rendimiento.
Contando con estas ventajas, algunos establecimientos que producen en la provincia participaron de concursos nacionales e internacionales y recibieron premios que dan cuenta de sus excelentes propiedades.
“Es un sector que, con el enorme esfuerzo de los productores, demostró que tiene una gran potencialidad en la región. Se vienen desarrollando y sumando proyectos nuevos cada día, con mejores resultados, y es muy importante hoy la articulación con el Estado Provincial, en una actividad que no tiene techo y que ha demostrado que tiene una calidad superior a la media del país”, expresó Carlos Banacloy ministro de Producción y Agroindustria.
La olivicultura moderna en Río Negro se inició en el año 2001, con la implantación privada de olivos para aceite en la localidad de Las Grutas. En ese momento, fue una de las áreas de cultivo más australes del país. Hoy, frente al éxito de las producciones rionegrinas, existe también una experiencia en la provincia de Chubut.
“Anteriormente existía en la región el interés por el cultivo, pero no información ni experiencias a nivel de producciones comerciales. Entre ellos, se destacan la colección de la escuela Carlos Spegazzini, en Carmen de Patagones, provincia de Buenos Aires, y también la presencia de árboles aislados, o pequeños montes que estaban en producción, en establecimientos familiares a orillas del río Negro”, dijo el funcionario.
El aceite de oliva obtenido se vende en presentaciones de un cuarto de litro, medio y un litro, y en bidones para restaurantes. Además, se puede comprar directamente a los emprendimientos, ya que varios de ellos ofrecen, mediante una propuesta turística, la posibilidad de conocer más sobre este producto. Además, se comercializan otros productos con base de oliva como las pastas y las aceitunas saborizadas o rellenas.