Viedma.- (APP) Guillermo Tufiño, el minero salteño que baja al jagüel en busca de los restos de Daniel Solano dijo el trabajo es complicado por la cantidad de cemento y basura en el pozo. Pese a las dificultades, “la esperanza no se pierde” expresó.
El minero salteño que todos los días baja al jagüel en busca de los restos de Daniel Solano, dijo que el cemento y la cantidad de residuos arrojados en el pozo complican las tareas.
Guillermo Tufiño habló con Radio Seis y afirmó que “la difícil tarea se complicó, porque tiraron cemento”. Por ejemplo, “ayer sacaron 900 kilos” de material, indicó.
“Ahora están perforando y ahí quedaron los antropólogos haciendo lo que tienen que hacer” explicó el minero. Según indicó, el jagüel de 81 metros de profundidad “está cementado hasta los 50 metros y hay basura”.
“Le tiraron mucha basura y hay que llegar hasta el fondo y la basura se va acomodando. La tarea es terminar la perforación” informó.
Tufiño sospecha que el pozo fue adulterado, porque según recordó, en 2015 cuando vieron el jagüel por primera vez, “había una heladera vieja a kerosene que prendieron fuego y un parante” pero “ahora cuando fuimos la heladera no está, el parante y las chapas tampoco y las paredes del tanque de agua las tiraron”.
Pese a la complicada tarea, “la esperanza no se pierde” expresó Tufiño recordando un sueño que le relató una mañana el padre de Solano: “el chango mío está acá dijo, anoche lo soñé y me dijo papá no quiero que me dejes acá”.
Las tareas se llevan adelante en una estancia ubicada a 27 km de Choele Choel. Un testigo del caso señaló el jagüel como el sitio donde arrojaron el cuerpo de Daniel Solano tras ser asesinado.
Fuente: Bariloche 2000