Viedma.- (APP) ”Estamos absolutamente convencidos de las posibilidades del litoral marítimo rionegrino (Sierra Grande-Punta Colorada) para que así como será la salida para el petróleo de Vaca Muerta, podrá cumplir idéntica función para la salida al mar del gas de la cuenca que compartimos con Neuquén”, dijo Alberto Weretilneck, siendo todavía senador, en una reunión del Foro Internacional de Energía reunido en Buenos Aires el año pasado.
La referencia elíptica pero obvia fue la manera de cuestionar el mega proyecto de construcción de una planta terrestre para la exportación de GNL anunciado por YPF y la empresa Petronas en el 2022, con punto de radicación en Puerto Rosales (Bahía Blanca), que demandaría una inversión inicial de cinco mil millones de dólares, ignorando las posibilidades de Sierra Grande.
Es decir una forma de continuar así con la vieja práctica del centralismo de utilizar los recursos extraídos a los estados productores para canalizar las grandes inversiones hacia geografías extra provinciales. Sería reeditar la anacrónica idea todavía imperante en algunos círculos del poder central, no sólo de YPF, de concebir a la Patagonia como una factoría generosa pero indefensa, proveedora de materias primas para su elboración al norte del río Colorado.
Weretilneck, ya gobernador en un nuevo periodo, tuvo otras expresiones más directas, cuestionando y apuntando a los altos niveles de conducción de YPF, afirmando que “se hacía necesario federalizar el desarrollo y no seguir concentrando grandes proyectos en Bahía Blanca que ya tiene el polo petroquímico y concentra una gran actividad agroindustrial y ganadera.”
Esa fue una de las primeras veces en los últimos años que se cuestionó públicamente y con razón a la nomenclatura de la empresa estatal de radicar fuera del área patagónica, destilerías y plantas para tratamiento de hidrocarburos sureños, tal como sucedió en otro tiempo con las ciudades de La Plata, San Nicolas y otros en la provincia de Buenos Aires.
De todas manera no pasa desapercibido para nadie los intereses que que se mueven en torno a la actividad petrolera oficial y las empresas privadas, ámbitos en los que ha querido participar, sin éxito hasta ahora -afortunadamente-, el gobernador de Buenos Aires Axel Kicilof, quien pretendió ocupar un sitio en la OFHEPI, la organización que congrega a los representantes de las provincias petroleras .
Con relación al tema se sabe que el megaproyecto de la planta de GNL en Bahía Blanca se encuentra en una etapa de indefinición y todavía YPF evalúa alternativas de análisis sobre el lugar para radicar el proyecto. ¿Que ha sucedido’? Se sabe que los estudios técnicos del lecho marino rionegrino que se realizaron en el área Sierra Grande y Punta Colorada, para la instalación del puerto petrolero Vaca Muerta Sur, son tenidos muy en cuenta por las nuevas autoridades de YPF, cuyo presidente es Horacio Marín del grupo Techint.
Se presume que el relevo en la cúpula dirigencial de YPF aportará garantías de ecuanimidad para decidir en base a rigurosos estudios técnicos, y sin sospechosos padrinazgos, el sitio para que la planta de GNL se instale la costa marítima de Rio Negro. Al respecto el sábado 9 de marzo en el suplemento de Energía del diario Rio Negro se incluyó una nota firmada por el periodista Matías Pizzi con importantes aportes sobre el tema.
Allí dice que “en fuentes de la industria reconocen que hay gestiones de las autoridades de Río Negro para que la provincia sea elegida para radicar la planta terrestre de licuefacción que anunciaron las autoridades de YPF en el 2022”. También señala “que hay dos elementos que volvieron a poner en carrera a la provincia en esta competencia paralela con Bahía Blanca como son las características de suelo marino y ubicación geográfica”.
Destaca además el cronista que otro factor clave “fue la ejecución de la provincia de los procesos administrativos del puerto de exportación de petróleo de Vaca Muerta Sur considerado estratégico” y puntualiza que “las mismas características de suelo y ubicación geográfica que posicionaron a la localidad rionegrina de Punta Colorada como la elegida para albergar el puerto petrolero de Vaca Muerta Sur, juegan a favor para la planta de GNL”.
Agrega “que el lecho marino sea profundo y que pueda operar los 365 días del año son factores de primera importancia para ser considerados”
Al referirse a los aspectos logísticos considera que “también puede haber sinergia entre el Vaca Muerta Sur y la planta de GNL, ya que para su operación requieren asistencia permanente de puertos industriales y no solo Río Negro puede reconvertir el existente, sino que hay otros como el de Puerto Madryn que pueden cumplir esa misión”.
En torno a estas cuestiones, el dato mas alentador es la actitud de los mandatarios de los estados sureños que han revalorizado la constitución de la Región Patagónica de hace más de 20 años y la recientes coincidencias forjadas en las provincias Unidas del Sur, que constituyen dos formidables herramientas y que junto a los legisladores nacionales podrán multiplicar el peso político del conjunta ante las autoridades nacionales, cualquiera sea su filiación política. (APP)