Viedma.- (APP) El Presidente llamó a gobernadores, expresidentes y lideres de partidos políticos a «dejar atrás las antinomias del fracaso y abrazar ideas de la libertad», con las «diez políticas de Estado que el país necesita». Además, anunció el envío al Congreso de un paquete de leyes «anticasta».
El presidente Javier Milei convocó este viernes a gobernadores, expresidentes y lideres de partidos políticos a la firma de «un nuevo contrato social» con diez políticas de Estado y trazó un duro balance sobre los últimos gobiernos al señalar que «los últimos 20 años han sido un desastre económico y una orgía de gasto público», en un discurso pronunciado en el Congreso nacional al dejar inaugurado el 142° período de sesiones ordinarias.
En un discurso que se extendió por espacio de 73 minutos, Milei señaló que ese «nuevo contrato social», que propuso que se firme en Córdoba el 25 de mayo, estará sujeto a la aprobación de la Ley Bases y a un nuevo Pacto Fiscal, en tanto que anunció el envío al Parlamento de un paquete de leyes «anticasta».
Milei habló ante un recinto de sesiones de la Cámara de Diputados colmado por legisladores, ministros del Gabinete nacional, gobernadores, jueces de la Corte Suprema e invitados especiales, donde en varios tramos de su discurso recibió aplausos y cánticos a favor de parte de los dirigentes libertarios.
Con los atributos de mando -la banda y el bastón presidencial-, el jefe de Estado llegó cerca de las 20.45 al Congreso Nacional, junto a su hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, donde fue recibido por la vicepresidenta Victoria Villarruel, el presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y dos comisiones, una de exterior y otra de interior en el Salón Azul del Parlamento.
En uno de los tramos principales de su mensaje, Milei convocó «tanto a gobernadores como expresidentes y líderes de los principales partidos políticos a que depongamos nuestros intereses personales y nos encontremos el próximo 25 de mayo en la provincia de Córdoba para la firma de un nuevo contrato social llamado pacto de mayo: un contrato social que establezca los 10 principios del nuevo orden económico argentino».
«Ese Pacto de Mayo tendrá por fin establecer las 10 políticas de Estado que el país necesita para abandonar la senda del fracaso y comenzar a recorrer el camino de la prosperidad», agregó.
Entre esas 10 políticas, enumeró «la inviolabilidad de la propiedad privada, el equilibrio fiscal innegociable, la reducción del gasto público a niveles históricos en torno al 25% del PIB, una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva, simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio; rediscutir la coparticipación Federal de impuestos y terminar para siempre con el modelo extorsivo actual».
También, contempla «un compromiso de las provincias de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país; una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal; ocho, reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema, respete a quienes aportaron y aporten y permita a quienes prefieran suscribirse un sistema privado de jubilación; una reforma política estructural que modifique el sistema actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los representados; diez, y por último, la apertura de comercio internacional de manera que la Argentina vuelva a ser un protagonista del mercado global».
«Estas 10 ideas, que son las bases del progreso de cualquier nación, podrán sentar las condiciones del crecimiento argentino por los próximos 100 años, para que una vez más Argentina sea un faro de luz para occidente. Toda la política está convocada a acompañarnos. No nos importa quienes sean, de donde vengan, ni qué de ideas hayan defendido», aseveró.
En un mensaje a los sectores opositores, el Presidente dijo que en la política «si bien no elegimos el camino de la confrontación tampoco lo escapamos» y aseguró que, «si eligen el camino de la confrontación, se encontrarán» con algo «diferente a lo que conocen».
«La política no es un fin en si mismo, no vivimos de la política, lo único que tenemos es sed de cambio. Si bien no elegimos la confrontación, tampoco le escapamos. Si buscan conflicto, conflicto tendrán», advirtió el mandatario.
Y agregó: «No debemos engañarnos hay un sector importante en la vigencia política que no quiere abandonar los privilegios del antiguo régimen. Los vimos en las violentas manifestaciones frente al Congreso, en las declaraciones de los sindicalistas que se resisten a entender que la Argentina de los privilegios se terminó, en el accionar de diputados que pidieron el voto apoyando el cambio, pero que pretendieron traicionar su mandato mientras nadie veía».
Con nombres propios, mencionó la «reaparición de los jinetes del fracaso como Sergio Massa, Pablo Moyano, Juan Grabois y Máximo Kirchner» y dijo que la expresidente Cristina Fernández de Kirchner «ha sido responsable de uno de los peores gobiernos de la historia».
A lo largo de su discurso, Milei anunció asimismo el envío al Congreso de un «paquete de leyes anticasta» que, entre otras cuestiones, incluirá la eliminación de jubilaciones de privilegio para presidentes y vicepresidentes.
En el inicio de su discurso, Milei cuestionó en duros términos el funcionamiento del Estado, al que calificó como una «asociación criminal» diseñada «para que detrás de cada trámite haya una coima para el político de turno», algo que «afecta a todos los poderes del Estado».
En ese marco, afirmó que la Argentina se encuentra en «el momento más crítico su historia» y afirmó que, «luego de más de 100 años de modelo empobrecedor, los últimos 20 años han sido un desastre económico, con una orgía de gasto público, emisión descontrolada y la peor herencia que un gobierno haya recibido».
A continuación, dio detalles de la auditoría realizada por la Sigen y la Secretaría de Transformación, que arrojó «información alarmante», entre las que mencionó «una deuda consolidada de cerca de 3.000 millones de dólares en bienes y servicios impagos».
«Un Estado que no solo no controla sino que lo que controla, lo controla mal. Diseñado no para cumplir sus funciones básicas, sino para generar un kiosco en cada lugar donde sea posible para beneficio del burócrata de turno», abundó.
Entre otras medidas, el Presidente destacó el cierre del INADI que «gastaba millones de pesos para mantener militantes rentados» y anunció que, «en esta misma línea», su gestión va a «a cerrar la agencia Télam», creada hace 78 años con el propósito de difundir información a todo el país con un carácter federal y pluralista.
«A los argentinos les pido paciencia y confianza. Vamos por el camino correcto. Viva la libertad carajo», concluyó el mandatario su discurso.