La actuación de Eugenio Tello en los entonces territorios de Chubut y Río Negro: “Un gobernante con todas las de la ley”

 

Viedma.- (APP) Hace ya cuatro años, en noviembre del 2013, falleció Héctor Pérez Morando, un referente regional del periodismo, la historia y las letras. En su quehacer dio numerosas charlas y una de ellas fue en Viedma referida a la vida de Eugenio Tello, quien fue gobernador de los territorios de Chubut y Río Negro. La charla abarcó también una etapa poco conocida, cuando antes de su protagonismo en la Patagonia fue también gobernador de Jujuy desde marzo de 1883 a mayo de 1885. Reproducimos el tramo de la exposición de Morando sobre la actuación de Tello en los entonces territorios de Chubut y Río Negro.

Debemos recordar que el gobierno nacional había concretado mediante la ley 594 de octubre de 1878 la creación de la gobernación de la Patagonia y capital Mercedes de Patagones, actual Viedma y que por la ley 1532 de octubre de 1884 dividió el extenso territorio patagónico en varios, con los actuales límites provinciales. Se lo nombra a Eugenio Tello gobernador del Territorio Nacional del Chubut para suceder a Jorge Luis Fontana. Fue por el decreto del 25 de marzo de 1895.  Le doy lectura solamente para que puedan apreciar la redacción de aquellos años.

“Departamento del Interior. Buenos Aires, enero 25 de 1895. Encontrándose vacante el puesto de Gobernador del Territorio del Chubut, el Presidente de la República Decreta: Art. 1° -Nómbrase Gobernador del Territorio Nacional del Chubut, por término de ley, al Sr. Don Eugenio Tello. Art.2°. Solicítese en oportunidad del Honorable Senado el acuerdo correspondiente. Art. 3°. Comuníquese, publíquese e insértese en el Registro Nacional.

Lo firmaron Uriburu y Benjamín Zorrilla. El 27 de mayo fue ratificado en el cargo con acuerdo del Congreso Nacional”.

Y ya lo tenemos al jujeño Eugenio Tello instalado en nuestra Patagonia. Un transplante humano, sin dudas llamativo, dadas las grandes diferencias de clima, de gente, de historia, etc. Pero Tello traía su gran experiencia de hombre público y por tanto muy hábil en el manejo de la cosa administrativa. Tenía 45 años.

¿Cómo encuentra Tello al Chubut?  Brevemente podemos decir que Rawson, la capital, tenía 1632 habitantes en todo su departamento, con alta cantidad de extranjeros, principalmente italianos que habían arribado para la construcción del ferrocarril. Aparecía entonces en Chubut un periódico en galés  (El Mentor) y se cultivaba trigo, cebada, papas, alfalfa, girasol y otras especies. Existían las pequeñas poblaciones de Trelew, Gaiman y villa marítima en Camarones. Había escuelas católicas particulares y públicas y se contaba con una biblioteca puesta en marcha por los galeses y hay noticias -aunque todavía sin confirmar- que Tello creó otra biblioteca en Rawson en base a la que poseía. Tello gobernó en Chubut desde 1895 hasta 1898.

No muy lejos, a partir de la parte central del Chubut, se presentaban problemas con la tribu de Juan Sacamata y otras. La relación con ellos fue encarada por Tello que hizo un gobierno muy dinámico, progresista y hasta visionario y así hemos sabido de su preocupación -concretada en la mayoría de los casos- por establecer una pesquería y salazón en la boca del río Chubut, es decir a poca distancia de Rawson, indicando la forma de crearlas, incluyendo la explotación de mariscos. Preparó y elevó al gobierno nacional el primer presupuesto territorial. Se interesó por el mar jurisdiccional. Intervino para que en la Escuela Nacional en Rawson se empleara “piedra” de Trelew y no ser traída en naves desde Buenos Aires, haciendo notar el menor costo que significaba. Creó el servicio bisemanal de correo a caballo entre chacras de Gaiman, Trelew y Rawson y puso en marcha un Regimiento de Caballería compuesto de tres escuadrones que se llamó “Regimiento de Guardias Nacionales”, dividido en activo, reserva y territorial, incluyendo a todos los guardias nacionales del Chubut. Fundó el Museo de Productos Argentinos con sal, dos clases de trigo, productos de la colonia galesa, cebada, semillas de girasol y “una muestra de tierra vegetal”, etc.

En este breve pantallazo vemos a grandes rasgos reflejada la personalidad gobernante de Tello en Chubut. Hay mucho más. Hemos tenido oportunidad de leer cientos de páginas en el Archivo General de la Gobernación chubutense, deduciéndose la gran acción progresista que Tello imprimió a su gobierno. Hacemos las dos últimas acotaciones al gobierno de Tello en Chubut. Dijimos que le gustaba leer y escribir.

Durante la primera parte de su gobierno elaboró el trabajo que tituló “El Chubut y sus primeros colonizadores”. Resumen histórico publicado el 1 de julio de 1895 al levantarse el Segundo Censo Nacional, trabajo muy serio, bien documentado y que incluye sus opiniones sobre lo que más convenía al entonces territorio para su poblamiento y desarrollo…

Tello en Río Negro

Posiblemente por las buenas y positivas relaciones políticas que tenía Tello y no cabe duda que también por lo efectivas que habían sido sus gobernaciones en Jujuy y Chubut, fue nombrado gobernador del territorio nacional del Río Negro por decreto del 7 de enero de 1898 que firmaron Uriburu y Alcorta. Tuvo acuerdo del Senado.

Tello se constituye en el primer gobernador civil rionegrino sucediendo al coronel Liborio Bernal.  Al hacerse cargo, Viedma tenía poco más de mil habitantes. El Ferrocarril Sud avanzaba desde Bahía Blanca a la cordillera pero llegó solamente hasta la Confluencia en la primera etapa. El río Negro era navegado por pequeñas naves. Tello aplica en Río Negro el mismo dinamismo, inteligencia y pautas de progreso que había demostrado en Jujuy y Chubut… Fue famoso por escribir largos informes sobre los territorios que le tocó administrar y que contenían desde la descripción geográfica y poblacional hasta clina, vientos predominantes, situación de la tierra pública, aspectos generales, agricultura, comercio, industria, educación común, fuerzas de seguridad, etc. Lo cual indicaba que era un gobernante con todas las de la ley.

Sabemos por él de la creación de cuatro colonias agropecuarias de 50 leguas cuadradas cada una, preocupándose por la subdivisión de 625 hectáreas cuadradas en la colonia Nahuel Huapi, como así también por una colonia en Valcheta y la de Catriel. Hace notar la importancia de 317 islas “esparcidas -dice Tello- en el río Negro y sus afluentes, que son productivas, especialmente las situadas desde Viedma hasta Pringles”, actualmente Guardia Mitre.

En un informe, Tello compara las poblaciones del Chubut y del Río Negro, sus riquezas y posibilidades y muestra cierta desazón por lo que le toca afrontar. Dijo: “Su movimiento comercial de exportación consiste en la materia prima de la ganadería, o sea, productos propios del primer paso de la actividad comercial que importaron en 1897 la cantidad de  1.192.338,58 pesos oro. Y ¿cuál es el motivo del retraso?”, se pregunta Tello. Y expresa: “Es obvio. Los primeros y principales productores del Chubut sond e raza anglosajona y los de Río Negro son de raza latina”. Y agrega: “He observado en el Chubut qye los de esa raza son sobiros, de inquebrantable laboriosidad y se bastan. Mientras que los de raza latina, como soy yo, tenemos mayores necesidades, trabajamos menos y no nos bastamos. Así por ejemplo, un anglosajón en el Chubut, aún cuando tenga fortuna, no conchava sirvientes y los latinos todos conchavan sirvientes. Esos galeses, persuadidos de que la tierra no produce sin riego artificial, han construído dentro de los treinta y tres años en que principiaron a colonizar, tres grandes canales y sus derivaciones por valor de un millón y medio de pesos a su costa, con palas movidas por caballos, alimentándose con te y pan. Mientras que en Río Negro, con 119 años de existencia, no han sabido ni conservar un canal que le cuesta al Tesoro Nacional 250.000 pesos hasta ahora”. “De lo expuesto –sigue diciendo Tello en su informe al gobierno nacional- se desprende que conviene traer colonos anglosajones con el objeto que nos estimulen y como medio de cambiar la faz del territorio en tiempo relativamente corto”.

Finalmente Tello en su informe del 20 de febrero de 1899, expresaba: “Pienso que el Territorio del Río Negro será una de las primertas provincias por su situación y por la clase de sus producciones, especialmente la vid y el olivo”.

Estas opiniones de Tello lo pintan cabalmente en su forma de pensar en cuánto al poblamiento y desarrollo del entonces territorio nacional rionegrino.

Durante su gobierno se confeccionó una bandera que fue entregada en imponente ceremonia celebrada el 12 de octubre de 1898 al primer Batallón del Regimiento 1 de Infantería de la Guardia Nacional del Río Negro, acto que tuvo lugar en la actual plaza San Martín y en circunstancias que insinuaban como imninente un conflicto armado con Chile. Aquella bandera fue ejecutada y bordada por las jóvenes viedmenses Mariana Inda, María Elvira Contín y Carmen Crespo bajo la dirección de la hermana Rosa Colombo de María Auxiliadora. También durante el gobierno de Tello se terminó la cárcel y otras obras públicas.

Y llega la inundación de 1899.  Se presenta entonces un tire y afloje entre varias poblaciones. Se forma una comisión especial integrada por el ing. César Cipolleti, el general Rudecindo Roca, Luis Silveyra y Tello. Finalmente el fallo. Decreto de 9 de mayo de 1900 que declaró al pueblo de Viedma capital definitiva, con Tello a favor.

Luego de su actuación en Río Negro. Eugenio Tello obtiene la jubilación que le fuera acordada por decreto de 20 de diciembre de 1905 que firmaron Quintana y Rafael Castillo con el 81 por ciento del sueldo. Tello se fue a vivir a Buenos Aires pero algo había dejado en la Patagonia, en Río Negro. Tenía una chacra en Luis Beltrán, isla Choele Choel, donde falleció a los 75 años el 30 de noviembre de 1924, de “consunción”. El nieto informante nos dijo que de pulmonía. Tello visitaba su finca en la isla Choele Choel por motivo muy especial. Conminar al administrador de la chacra un señor Pullatti a abandonar la misma. El hombre no tuvo otro remedio que cargar sus pertenencias en carro y abandonar el lugar. Claro.  Eugenio Tello revólver en mano, había dicho la última palabra.

Como decimos se enfermó en Luis Beltrán. Fueron avisados sus familiares y algunos viajaron, entre ellos su hijo Eugenio Lucio.

Eugenio Tello fumaba cigarrillos La Pupe en paquetes redondos. Sus restos fueron trasladados a la Capital Federal y depositados en la bóveda de María Esther Tello de Gazzolo y luego incinerados estuvieron en la Chacarita, junto a los de su esposa.